LA PAZ, Bolivia.- El ex presidente Jorge Quiroga y el senador Rodrigo Paz, que competirán por la presidencia de Bolivia en el balotaje de mañana, cerraron sus campañas el miércoles, con recetas distintas para enfrentar la aguda crisis económica de Bolivia, pero la misma ambición de terminar con el ciclo de la izquierda indigenista iniciado hace 20 años por Evo Morales.
El país de 11,3 millones de habitantes se encamina ahora, gane quien gane, a un gobierno de derecha o centroderecha, tras la rotunda derrota del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), en la primera vuelta.
La crisis económica es la peor en cuatro décadas. El gobierno de Luis Arce casi ha agotado sus reservas de dólares para sostener una política de subsidios a los combustibles. La escasez de divisas y carburantes ha disparado una inflación interanual de 23%.
Propuestas
Quiroga, un ingeniero industrial de 65 años, alcanza un 44,9% de intención de voto y aventaja a Paz, con un 36,5%, según un reciente sondeo de Ipsos-Ciesmori.
El ex presidente (2001-2002) cerró campaña en La Paz, ante varios miles de sus seguidores. Vestido con un poncho indígena, prometió una apertura de la economía boliviana a los mercados internacionales.
“¿A los gringos hay que insultarlos? No, ese fue un error. A los gringos, a los europeos, a los chinos, a los coreanos, a los japoneses hay que venderles productos que traen empleo”, en crítica a la política internacional del MAS.
“Recibieron un país rico y nos están dejando en la peor miseria. Tenemos que empezar de cero”, consideró René Cortés, abogado de 60 años, en el acto político.
Quiroga ratificó su promesa de inyectar divisas a Bolivia. Promete gestionar créditos internacionales por 12.000 millones de dólares.
Los partidarios de Rodrigo Paz también se congregaron en una tumultuosa manifestación en Tarija, ciudad sureña de la que fue alcalde, para el cierre de la campaña. El economista de 58 años resaltó su propuesta de “capitalismo para todos”.
Rumbo al balotaje en Bolivia: una elección entre dos candidatos de derecha“Necesitas impuestos bajos, cerrar esa aduana corrupta, instituciones que te ayuden, necesitas profundizar” la autonomía de los departamentos, dijo.
En una Bolivia centralista, Paz propone repartir la mitad del presupuesto público entre los nueve departamentos, así como reestructurar las finanzas estatales antes de recurrir a nuevos créditos internacionales.
El candidato del Partido Demócrata Cristiano apareció sobre una tarima acompañado de su círculo más leal, incluido su padre, el ex presidente izquierdista Jaime Paz Zamora (1989-1993).
Cuatro claves del resultado de la elección en Bolivia“No somos socialistas, yo no me voy a meter en ese pleito. La gente quiere capital”, destacó.
Tanto Quiroga como Paz plantean recortes drásticos a las subvenciones a los combustibles que son la principal causa del agotamiento de las reservas internacionales, aunque la mantendrán para el transporte público.
Tuto Quiroga promete “liberalizar” Bolivia
Jorge Quiroga fue mandatario de Bolivia 12 meses por azar. Ahora este neoliberal y montañista aficionado está cerca de coronar su primera elección presidencial y, de paso, cobrar revancha de Evo Morales, su némesis político.
Ingeniero y ex empleado de la multinacional IBM formado en Estados Unidos, Quiroga se define como un defensor a ultranza de la democracia. Tenía 41 años cuando, en 2001, asumió la jefatura de Estado como vicepresidente de Hugo Banzer, un ex militar elegido en democracia que debió renunciar por un cáncer terminal.
Tuvieron que pasar 24 años y dos candidaturas fallidas (2005 y 2014) para que Quiroga esté tan cerca de volver a la presidencia.
Las encuestas lo dan como favorito frente al aspirante de centroderecha Rodrigo Paz. Curiosamente, fue ministro del ex mandatario Jaime Paz Zamora, padre de su rival. Si gana, asumirá la presidencia a los 65 años. Y lo hará como Jorge “Tuto” Quiroga, el apodo que incorporó legalmente a su documento de identidad.
Sus adversarios del Movimiento Al Socialismo (MAS), que lideró Morales hasta hace poco, lo ven como un tecnócrata “progringo” y “racista”. Con él, temen que Bolivia se fracturará. “La extrema derecha para mí es el Tuto, porque más que todo discrimina a los collas”, como se llama a los aimaras, dice Daniel López, un limpiabotas de 43 años.
Elecciones en Bolivia 2025: giro a la derecha y balotaje entre Rodrigo Paz Pereira y Jorge "Tuto" QuirogaEl candidato se define como un liberal que pondrá fin a 20 años de socialismo, y no solo en Bolivia. “Estoy enfrascado en la lucha por democracia en mi país, en Venezuela, en Cuba”, remarca.
De complexión delgada y cara de monaguillo, en sus propias palabras, Quiroga hace gala de su disciplina deportiva. Corre casi a diario y ha escalado tres de los picos nevados más altos de Bolivia, según comparte en redes sociales donde es muy activo. Buen orador, se destaca por su mordacidad.
Quiroga ha sido el más férreo opositor de Evo Morales, desde cuando el líder indígena era diputado hasta que se convirtió en presidente (2006-2019). Con el ex mandatario -a quien promete poner preso en cumplimiento de una orden de aprehensión por un caso de presunta trata de personas- no guarda las formas: “SaCoDeFraCo”: “SAqueador, COcalero-Chap, DEpravado, FRAudulento y Cobarde”, le llama en sus redes sociales. Y al gobierno de Luis Arce lo ridiculizó llamándolo “gobierno debi-lucho”, un juego de palabras con su apodo, “Lucho”.
Quiroga exhibe como “medallas de condecoración” la prohibición para entrar a Cuba en 2018 y a Venezuela en 2024, aliados de Morales.
Rodrigo Paz quiere “un capitalismo para todos”
Heredero de una influyente dinastía política de Bolivia, Rodrigo Paz rehuye el membrete ideológico. Cuando cierra sus mítines, reparte lemas para todos: desde el conservador “dios, familia, patria” hasta el guevarista “hasta la victoria siempre”. Es el candidato que promete cambiar el sistema y a la vez no afectar a nadie.
Hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), tuvo que empezar varias veces de cero porque su familia se veía obligada a viajar, a menudo perseguida por dictaduras militares. “En la lucha de mis padres por la democracia, hemos vivido en 10 países diferentes”, dijo en una entrevista.
Nació en España y pasó su infancia en Argentina, Chile, Perú, Venezuela y Panamá, entre otros. Retomó esta faceta de trotamundos durante su campaña electoral. El economista de 58 años señala que recorrió cientos de municipios de Bolivia en cinco años. Compite para administrar este país de 11,3 millones de habitantes contra el ex presidente de derecha Jorge Quiroga, tras 20 años de gobiernos socialistas iniciados por Evo Morales.
“Mi voto de confianza es por Rodrigo Paz (...). Es una renovación”, dice Walter López, abogado de 27 años, a la puerta de un local de campaña del Partido Demócrata Cristiano -afiliado a la centroderecha-, que cobija su candidatura.
Paz no es nuevo en política. Fue diputado, alcalde y ahora es senador por Tarija, un departamento rico en gas y petróleo, del que su familia es oriunda. En su linaje también aparece su tío, el guerrillero Néstor Paz, que murió de inanición luego de un combate, y su tío abuelo Víctor Paz Estenssoro, cuatro veces presidente y artífice del voto universal y la reforma agraria.
El parecido con su padre funciona como un catalizador nostálgico para los viejos izquierdistas. En algunos de sus videos en redes sociales también ha hecho aparecer al patriarca de 86 años.
Pero él propone un “capitalismo para todos”. “No tengo por qué definirme, sino ofrecer al país una alternativa”, dijo en una entrevista con CNN.
Eso ha puesto a dudar a algunos electores. “He votado por Paz” en la primera vuelta, pero luego “de los debates un poco me desanimó”, dice Vanessa Gonzales, ayudante de cocina de 25 años.
Paz llegó al balotaje de manera inesperada, ganador de la primera vuelta. Las encuestas lo situaban entre el tercer y quinto puesto días antes de la elección. Ahora tampoco aparece como favorito.
En su programa, Paz promete fuertes recortes del gasto público, formalización de la economía y cambios de la Constitución para abrir el país a las inversiones privadas.